Así como en el deporte tenemos que enfrentar dificultades para llegar a la cima, en la vida sucede algo muy similar, por eso cuando Sofía se enfrenta a un muro o una roca para practicar escalada, supera cada obstáculo sin temor y con la mentalidad de cumplir su principal objetivo: llegar a la meta.
La escalada es una práctica deportiva que consiste en realizar ascensos sobre paredes de roca u otros relieves naturales o artificiales, valiéndose de los brazos, manos, piernas y pies, y de dos grandes habilidades: la fuerza física y mental.
Su origen se remonta al siglo XIX cuando en Inglaterra y Alemania del Este lo empezaron a practicar como un medio de entrenamiento para los recorridos de montaña, pero su verdadera evolución como deporte se dio gracias a que en los años 60 aparecieron los rocódromos, instalaciones preparadas específicamente para realizar escalada y que evitaba el desplazamiento a la montaña.
Rocódromo de la Unidad Deportiva El Salitre de Bogotá. / Foto: www.idrd.gov.co
Existen diferentes modalidades de escalada:
- A vista: se realiza sin información previa de la vía.
- Al flash: el escalador conoce el terreno y a la vez es informado mientras realiza el ascenso.
- Trabajada: la más habitual donde el escalador práctica y prueba hasta que consigue su punto máximo.
- Bloque: se realiza en rocódromos de poca altura y no se usan las cuerdas.
- Deportiva: subir lo más alto posible en un tiempo límite.
¿Cómo llegó Sofía a la escalada?
Sofía Macías tiene 13 años, vive en Bogotá y llegó a este ejercicio gracias a que una amiga le habló de esta disciplina y la invitó a uno de sus entrenamientos. Después de estar un buen tiempo involucrada en esta actividad, pasó de entrenar esporádicamente a dedicarse toda la semana a perfeccionar y fortalecer sus capacidades. “Al comienzo no me apasionaba, era más como por pasar el tiempo. Ahora entreno casi todos los días”, cuenta Sofía.
Para ella este deporte es una práctica bastante exigente a la que debe dedicarle un entrenamiento constante para cumplir de manera eficaz cada una de las pruebas que se establecen en las diferentes competencias en las que participa.
Su compromiso con la escalada va más allá de los entrenamientos y las pruebas, pues Sofía se proyecta en un futuro como una entrenadora de este deporte.
Sofía resalta que uno de los aspectos más importantes que le ha dejado la escalada es la valentía. También le ha servido para aumentar su fuerza y resistencia, dos habilidades que utiliza no solo para escalar, pues un día en el que iba con su madre en un bus atestado de personas, el vehículo frenó en seco y ella pudo sostenerse y agarrar a su mamá para evitar que se golpeara.
¿Qué se necesita para practicar escalada?
Toma nota de lo que necesitas para empezar a escalar muros o rocas de manera segura:
Hablar con palabras de la escalada
- Anclajes: Son los puntos donde se amarran las cuerdas que sujetan a las personas. Estos pueden ser a árboles, piedras, cuñas, empotradores, metales y pernos (estos cuatro últimos son accesorios que puedes poner en los muros o rocas y sirven para sujetar mejor), por nombrar algunos. El anclaje debe ser capaz de soportar una carga de varios miles de Kilos.
- Asegurador: es la persona que se queda abajo controlando (soltando y recogiendo) la cuerda del escalador.
- Rapel: es el método de descenso por una cuerda fija utilizando un dispositivo de rapel para añadir fricción y controlar el descenso.
- Mosquetón: es una pieza como eslabón metálico con una parte móvil de resorte para permitir que la cuerda pueda ser insertada. Este artículo es una parte esencial para conectar entre sí un sistema de anclaje.