“Yo antes era muy individualista hasta en el colegio. Si nos ponían a hacer una ficha en clase yo la hacía sola así estuviera en grupo”, cuenta Salomé, quien descubrió con el baloncesto la importancia de “pasar el balón”.
La historia de este deporte arranca justamente en un espacio académico: la Universidad de YMCA ubicada en Springfield (Massachussets, Estados Unidos). Allí, en el año 1891, James Naismith, el profesor de Educación Física, tenía el reto de inventar un juego que sus estudiantes pudieran practicar en el gimnasio durante el invierno.
Así que después de observar los deportes que conocía (rugby, béisbol y fútbol) el profesor decidió crear uno que fuera mucho más exigente y para ello utilizó un balón —que era de fútbol así que no rebotaba—, dos canastas de melocotones ubicadas a 3,05 metros de altura, dos equipos de nueve jugadores cada uno y una escalera para sacar el balón de las canastas.
Este juego se popularizó rápidamente y las 13 reglas que había escrito el profesor Naismith —muchas de las cuales se aplican hoy en día— empezaron a ser adoptadas por personas de Estados Unidos y Europa. En 1936, 45 años después de su creación, el baloncesto masculino debutó en los Juegos Olímpicos de Berlín (Alemania). El femenino tuvo que esperar hasta los Juegos de 1976, realizados en Montreal (Canadá).
¿Cómo llegó Salomé al baloncesto?
Salomé tiene 11 años, vive en Bucaramanga (Santander) y conoció este deporte hace un poco más de un año, cuando su mejor amiga la invitó a un entrenamiento de su equipo.
Después de un par de clases empezó a entender la esencia del baloncesto y descubrió cuál era la lección más importante que tenía que aprender: trabajar en equipo.
“Empecé a ver que yo sola no podía recorrer toda la cancha para encestar y me di cuenta de que si le pasaba el balón a la gente que estaba sin defensa, ellos también podían encestar y ganaba el equipo”, cuenta Salomé.
Después de entender esto en la cancha, Salomé lo puso en práctica también con sus compañeros de clase. Empezó a confiar en las capacidades de los demás y en que podían hacer bien los trabajos con el aporte de todos.
Ahora el baloncesto no es solo un pasatiempo para Salomé sino una oportunidad para estudiar una carrera: “Mi sueño por ahora es llegar a la Selección Colombia y eso me puede ayudar con las becas en la universidad y poder estudiar algo. Y mientras estoy en la universidad también puedo seguir jugando”.
¿Qué se necesita para jugar baloncesto?
El baloncesto entra fácilmente a la lista de deportes infantiles para niños y si tú también te animas a practicar el deporte favorito de Salomé, ten en cuenta estos elementos:
Algunas palabras del baloncesto:
¿Tienes la camiseta de tu equipo puesta? Ahora prepárate para hablar como un crack en tu primer entrenamiento.
- Driblar: rebotar el balón contra el piso. Es la única manera en la que puedes desplazarte con la pelota.
- Asistencia: es el pase que se realiza antes de hacer una cesta. En los partidos de la NBA los planilleros (quienes toman nota de todo lo que ocurre en el partido) llevan la cuenta de las asistencias que hacen los jugadores para premiar, al final de los campeonatos, a quien haya apoyado el mayor número de puntos.
- Pivotar: es un movimiento que hace quien tiene el balón y consiste en mantener un pie en contacto permanente con el suelo mientras con el otro se dan algunos pasos.
- Balón retenido o held ball: cuando dos jugadores contrarios colocan una o ambas manos firmemente en el balón al mismo tiempo.
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