- Cami, Cami, sé que estás en programa, pero necesito que salgas de la cabina de radio. Ve al segundo piso porque tienes una reunión en Señal Colombia. Es urgente.
- Jefe, pero ¿reunión de qué? Ni siquiera sé dónde queda la oficina de Señal Colombia.
- Tranquila. Es para que presentes un programa para niños que durará seis capítulos. Allá te explicarán. Vas a presentar con Samuel Escobar de Radiónica
- ¿Qué? ¿Con quién?
- ¡BAJA!
La historia empieza cuando llegué a la oficina de Señal Colombia, allí, en medio de personas que parecían ser muy serias me dieron la bienvenida. Seríamos unas 10 personas en esa sala, todos tenían cara de preocupación y desconcierto, aún peor que la mía.
Carlos Mario Díaz, quien intentaba llevar la batuta para ordenar esta orquesta que integraría muchas piezas de todas las marcas de RTVC, nos dio la bienvenida a quienes estábamos en el lugar. En pocas palabras nos dijo que iban a encerrarnos y que, junto con el Ministerio de Educación, MinTIC y RTVC debíamos inventarnos un programa educativo porque los niños no volverían al colegio durante unas semanas.
Era el 16 de marzo del 2020, sabíamos que la nueva enfermedad pronto llegaría al país, pero no había certezas de nada. Así que en mi cabeza solo había preguntas: ¿qué? ¿confinados? ¿es por el virus del que hablan las noticias? ¿ya llegó a Colombia? ¿cómo así que un programa educativo? ¿quién enseñaría? ¿enseñar qué y a quién? No entendía mucho de lo que hablaban ni entendía qué estaba haciendo en ese lugar. En mi formación profesional solo me había dedicado a contar noticias de la actualidad política y económica del país, así que pensar en que les hablaría a los niños me parecía una locura ¡Y más en televisión! Yo solo había hecho radio y algo de prensa escrita en un formato bastante serio y acartonado.
“Les presento a Daniel Araujo y a Carolina Erazo, ellos serán los productores encargados. Tendremos algo de interacción con los niños a través de una línea telefónica que será habilitada por Radio y el Ministerio de Educación nos podrán a los profes. Escribiremos el primer libreto, que contenga algo de matemáticas”, dijo Díaz mientras todos tomaban nota y aportaban algunas ideas. Mauricio Tamayo, mayor coequipero de Díaz, (y quien ha sido una especie de ángel guardián para el proyecto) lanzaba varias ideas, algunas más sensatas que otras, pero al fin de cuentas, todas inciertas… Íbamos al aire el 18 de marzo.
La historia de Profe en tu Casa empezó durante la pandemia del Covid 19 y en su capítulo 600 continúa acompañando a niños y niñas de las regiones de Colombia.
En mi estructura profesional no había cabida para la diversión, tampoco para las risas al aire. En la presentación de noticias todo debe darse de forma seria, convincente, hay que verse elegante. Y así llegué el primer día al set. No conocía a Samuel, no sabía quién era, cómo trabajaba y si tenía experiencia en estos asuntos de la presentación de televisión para niños. Confiaba en que así fuera… Pero por azar del destino, aquel 18 de marzo de 2020 en un set de televisión se juntaron a dos periodistas de radio, uno musical y otro de noticias nacionales, para presentar un programa infantil que supliría algunas clases de los niños durante el confinamiento que aún no llegaba. Así nos dimos cuenta de que ninguno de los dos sabía a ciencia cierta lo que hacía en ese set.
Un set improvisado, humilde, nada atractivo para los niños. Un tablero de tiza y un videowall fue suficiente para iniciar esta estrategia pedagógica que se llamaría Profe en tu Casa. Ese miércoles las miradas de dos ministerios y de RTVC estaban puestas en nosotros y la temática que fue matemáticas y sociales. Carlos López era nuestro único camarógrafo, pero no cualquiera, él hacía la labor de manejar en vivo tres cámaras al tiempo; es un duro.
“Al Aire”; probablemente las dos palabras más poderosas en los medios de comunicación. Mi corazón latía con tanta fuerza que ensombrecía mis pensamientos y el libreto que tanto había repasado. “Una hora de programa, solo es una hora”, me decía a mí misma, pero era mucho más que eso porque tres días después en Bogotá se hizo el simulacro del confinamiento, y a los dos días la declaración del confinamiento nacional.
En manos del equipo que integrábamos este proyecto recaía acompañar a los niños del país, llevar educación a través de los medios públicos y facilitarles la retadora tarea a los maestros que intentaban continuar con sus clases desde la distancia. Empezamos con el optimismo de saber que serían solo un par de días, pero (historia ya conocida) el confinamiento fue mucho más largo que solo un par de semanas, lo que obligó a los integrantes de Profe en tu Casa seguir ideando contenidos y no detenerse ni encerrarse mientras media humanidad lo hacía. Nosotros no paramos.
De esos supuestos 6 capítulos hoy hablamos de 600. Nadie se lo imaginaba, absolutamente nadie. Con el paso de los días todos tuvimos que perfeccionar nuestra forma de trabajo: aprender a presentar de mejor manera para los niños, crear contenidos interactivos a través de las redes y la tecnología, plantear juegos y desafíos. En 600 capítulos se aprende mucho, y no solo de matemáticas, sociales y biología.
A lo largo de estos casi cuatro años han pasado por ‘el salón de clases más feliz del mundo’ personas maravillosas, talentosas, que saben un montón de televisión y que han permitido mantener la educación en los medios públicos, lo cual era una gran deuda del Sistema de Medios Públicos, hasta que el virus nos obligó a retomarlos. Pero también maestros increíbles que con nosotros han sido aventureros, tripulantes, agentes secretos y hasta más, quienes nos han compartido no solo sus conocimientos en sus respectivas áreas, sino también un pedazo de su corazón por la educación del país.
Sin embargo, nada de esto valdría la pena si no hubiese sido porque desde el capítulo 1 tuvimos a la mejor audiencia del universo: nuestros niñas y niños. Tuvimos el honor de conocer muchas de sus historias: pequeños que extrañaban sus salones de clase y aquellos que disfrutaban del confinamiento porque sus compañeros del colegio les hacían bullying. Nos dejaron entrar en sus hogares; padres, madres y cuidadores enviaban sus fotos, sus videos y sus notas de voz participando en la impartición de conocimiento a través de la televisión y radio pública contándonos cómo sus hijos e hijas se apropiaban de nuestros contenidos y encontraban, de 10 am a 11am, amigos dispuestos a jugar y aprender con ellos.
Si me preguntaran de las cuatro temporadas cuál ha sido mi favorita, tendría que decir que no puedo responder. Cada temporada marcó algo en la historia de Profe en tu Casa: fuimos un salón de clase lleno de juegos, después una nave espacial y ahora somos una Agencia de Investigación del Conocimiento. En la temporada dos la familia creció y el que iba a ser el controlador del tiempo de los juegos se convirtió en nuestro niño consentido y saboteador: Chicharrín cobró vida como un niño tímido que solo buscaba salirse con la suya llevando el tiempo e intentando que perdiéramos todos los juegos, y en la temporada tres crecimos un poquito más integrando a la capitana de la tripulación: una exótica lagartija azul de la isla Gorgona llamada Navi que llegó como la mejor coequipera de los niños de Colombia.
Son 600 anécdotas por contar y probablemente terminaría escribiendo un libro. Tal vez alguna vez lo haga, pero no quiero dejar de exaltar al genio de este proyecto desde el día cero. ¿Recuerdan que les nombré a Carolina Erazo? Ella que iba a ser solo la productora fue nombrada desde mediados de la temporada uno como la directora y en sus manos, desde entonces, está la tarea de llevar este barco a buen puerto. Gracias Caro porque hemos conquistado 600 capítulos de la televisión colombiana gracias a tu disciplina, ejemplo y genialidad para hacer contenidos audiovisuales. Y bueno, detrás de ella, un equipo maravilloso de personas que hacemos esto con amor, mucho amor.
Trabajar en Profe en tu Casa es un honor, una responsabilidad muy grande. Este proyecto me salvó y me ha permitido alcanzar un sueño que tal vez nunca llegué a dimensionar: hacer parte del proyecto de televisión con más episodios en la historia de Rtvc.
Gracias a quienes nos han acompañado uno, dos, quince, doscientos y seiscientos capítulos. Nos debemos a nuestra audiencia y a quienes desde RTVC, el Ministerio de Educación y MinTIC han insistido por no dejar de apostarle a la educación nacional.
Feliz capítulo 600 Profe en tu Casa. Que sean 600 más para ti y todo tu equipo.