Recordemos juntos algunas historias de grandes niñas que hemos conocido este año en Mi Señal.
Detrás de las grandes mujeres que conocemos y que día a día luchan por hacer del mundo un lugar mejor, se esconde la historia de una niña, una que se volvió fuerte y decidió luchar por sus sueños.
Hoy, 11 de octubre, se celebra el Día internacional de la niña y por eso en Mi Señal queremos hacerles un homenaje recordando las historias que algunas de ellas nos han contado en este año, con las que nos demuestran que las niñas también pueden jugar, hacer goles, rebelarse, viajar, bailar, ser científicas, vencer sus miedos, divertirse y ser felices.
Salomé, la niña científica
Aunque solo tiene 8 años, Salomé tiene en su cabeza un montón de ideas y conocimientos sobre algo que le apasiona: la ciencia. Ella sueña con ser una gran científica y desde ya se está preparando para ello, estudiando mucho, realizando sus experimentos y sorprendiéndose con los fenómenos de la naturaleza.
“Para poder ser científico se necesita tener mucho carácter, querer salir adelante, tener decisión, paciencia y dedicación, pero sobre todo estudiar mucho”.
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Martina, la niña futbolista
Entrenar, patear balones, meter goles, tapar y darlo todo en la cancha: esa es la pasión de Martina, una niña que ama el fútbol y que se ha empeñado en ser una excelente deportista a pesar de que en pleno 2017 todavía haya personas opinen que las niñas no están para este deporte. Ella entrena con disciplina y se esfuerza por ser siempre la mejor, y eso es suficiente para demostrarle a todos lo que piensa:
“Yo les diría a las niñas que se animen a jugar fútbol que es un deporte muy bonito, que nosotras podemos jugar con la misma fuerza de los hombres y que se animen porque el fútbol femenino está cogiendo más fuerza todavía”.
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Linda, la niña sonriente
Hace poco conocimos a Linda, una niña sorda que junto a sus dos hermanos (que también son sordos) nos contó cómo es su vida, sus juegos, pasatiempos e historias. Para ella lo más importante es disfrutar de grandes momentos junto a su familia y, aunque no puede escuchar, ha aprendido a comunicarse a través de la lengua de señas, pero también haciendo uso de una gran herramienta, ¡su sonrisa!
“¿Y cómo es tu seña :) ?”
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Viena, la niña indígena del Amazonas
En Puerto Nariño (Amazonas) vive Viena, una niña de la etnia Ticuna que le contó a Mi Señal cómo es su vida, qué le gusta de su municipio, y cuáles son algunas de sus tradiciones. Es una niña que ama estudiar, su tierra, los animales y la naturaleza, y que nos enseña el valor de la cultura indígena.
“Yo disfruto mucho andar en bote porque así puedo tocar el río, ver delfines, escuchar a los pájaros y disfrutar del aire fresco y tranquilo”.
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Mariana y Valentina, las niñas sin miedo
En Socha existe una fundación que se llama ‘Niñas sin miedo’ a la que pertenecen dos niñas muy especiales: Mariana y Valentina. Ellas han aprendido a través del uso de la bici a ser cada vez más fuertes, más independientes y a creer en ellas mismas y así decir “Yo sí puedo”. Tienen grandes sueños y saben bien que deben respetarse y apoyarse entre ellas para crecer y ser mujeres fuertes que pueden alcanzar sus metas.
“Los hombres como las mujeres tenemos el mismo derecho, así que a todas las niñas y mujeres del mundo les quiero decir que así estén con un obstáculo al frente, ¡que lo pasen con mucha fuerza!”
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Juanita, la niña artista
Juanita es una niña que vive en Manizales y tiene síndrome de Down. Aunque su proceso no ha sido del todo fácil, con el apoyo de su familia ha logrado explorar y descubrir muchos talentos como el arte, la música y el baile. Su sueño es convertirse en la mejor profesora de danza, por lo que cada paso lo da con fuerza y alegría. Ella ha representado toda una lección para su familia, como lo dice su padre:
“Las cosas no son ¿por qué? sino ¿para qué?, y muy seguramente Juanita traía consigo un mensaje de unión. Ella es un ser maravilloso que ha llenado esta familia de mucha alegría”.
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Daniela, la niña viajera
Ella es una scout de 10 años que ha aprendido muchas cosas no solo sobre la naturaleza sino también sobre el valor de la familia y el trabajo en equipo. Gracias a su grupo de scouts ha viajado a muchos lugares y ha descubierto que viajar es una de sus más grandes pasiones.
“Se necesita una maleta, el pasaporte, y ¡muchas ganas para viajar!”
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Valentina, la niña bailarina
Con su tumbao y sus movimientos Valentina ha conquistado muchos escenarios. Su pasión, lo que ama hacer, lo que la motiva todos los días es el baile y lo demuestra en cada una de sus presentaciones. Es una niña llena de energía que disfruta y ama lo que hace y eso es lo que logra transmitir.
“Me gustaría decirle a todos los niños que nunca dejen un sueño atrás, siempre hay que mirar el camino hacia adelante, que no nos dejemos llevar por malas influencias y que siempre hay que ser superfuertes”.
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Ellas son tan solo algunas de las muchas niñas maravillosas que hay en el mundo, quienes dan ejemplo haciendo lo que les apasiona y cuidando con amor lo que les rodea. Por eso para todas ¡feliz día de la niña!