No te pierdas este especial donde descubrirás por qué esa bolsa plástica que usaste por unos minutos le está costando la vida a las especies marinas.
Los mares y océanos son el hogar de miles de especies animales y vegetales. Su extensión es tan grande que, para que te hagas una idea, si estos fueran considerados un continente le quitarían a Asia el título del más grande del mundo debido a que más del 70% de la Tierra está ocupada por agua y el 97% de toda esa agua es la de los océanos. Si hacemos esta comparación en una vaso de agua sería algo así:
Increíble, ¿no? Es como otro mundo dentro del planeta Tierra. Pero ese mundo está colapsando por la contaminación de los ríos y por el uso excesivo e inadecuado del plástico. Seguro has escuchado en las noticias acerca de esta problemática y por eso en Mi Señal le abrimos un espacio, para explicarte por qué es el momento de cambiar algunos de nuestro hábitos y respetar la vida de las especies marinas.
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El plástico es un enemigo silencioso
El plástico es uno de los materiales que más tarda en descomponerse. Fue inventado a finales del siglo XIX pero su uso se volvió popular a partir de la Segunda Guerra Mundial (1945), y se convirtió en un elemento tan importante que hoy sigue siendo uno de los más usados en la fabricación de carros, juguetes, materiales médicos, útiles escolares y empaques de muchos alimentos y bebidas.
Es más, pausa un momento esta lectura y observa cuántos objetos de plástico tienes a tu alrededor. Seguro no pasarás en blanco.
¿Viste? Esos objetos que muchas veces ignoramos -o que botamos con facilidad- se están convirtiendo en la pesadilla de miles de millones de especies, y es que ojo a este dato: cada año, ocho millones de toneladas de plástico llegan a los océanos. Para aterrizar un poco esta cifra, Greenpeace dice que es como si cada minuto un camión de basura descargara todos sus desechos en el mar.
El dato: se calcula que el plástico tarda entre 100 y 1.000 años en descomponerse.
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Es tal la contaminación de los océanos que en 2017 un equipo de investigadores, después de una expedición de seis meses por el sur del Océano Pacífico, descubrieron una isla de basura que se extiende por 2 millones de kilómetros, solo un poco más grande que Colombia entera.
Foto: Caroline Power
Por esta preocupante razón es importante que todos nos comprometamos a reciclar, a separar muy bien las basuras y a elegir mejor las cosas que compramos, de modo que el consumo del plástico y de otros materiales se reduzca considerablemente. No olvides que esa bolsa, botella y pitillo que quizás usaste por unos minutos, le está costando toda una vida al planeta.
En este paralelo te compartimos el camino que recorre una botella cuando las desechamos de manera adecuada y cuando las dejamos botada en las calles.
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Los ríos, el camino que lleva al mar
Los ríos son las vías principales por donde el plástico llega al mar. Las cuencas más contaminantes del mundo se encuentran en Asia, y en Suramérica los tres ríos que más descargan residuos son el Amazonas, el Magdalena y el Orinoco. Tristemente Colombia tiene que ver con los tres, pero vamos a hablar del Magdalena que, de los tres, es el único que no pasa por otros países.
El río Magdalena es la cuenca más importante de Colombia, desemboca en el Mar Caribe, sus aguas recorren gran parte del territorio nacional y también es víctima de residuos químicos como petróleo, mercurio y arsénico debido a la minería ilegal; basuras domésticas que son arrojadas en arroyos o quebradas; desperdicios industriales y, por supuesto, de toneladas de plástico que ¿a dónde van a parar? ¡Muy bien! Al mar.
El dato: Cada año el Río Magdalena descarga 25 mil toneladas de plástico en el mar.
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La situación del Río Magdalena es preocupante porque se está convirtiendo en un gran basurero, no solo de plástico sino de muchos otros desperdicios, debido a la minería ilegal, la corrupción, la deforestación y a que muchas personas lo ven como el botadero de su comunidad, dejando graves consecuencias como:
- Disminución del agua potable
- Enfermedades por consumo de agua contaminada
- Muerte de animales como el manatí y la tortuga de río
- Desbordamientos
Esto nos demuestra que la contaminación del Río Magdalena afecta tanto a los animales que habitan en él como a las especies del Mar Caribe y a muchos colombianos que son vecinos de sus aguas. Y lo mínimo que podemos hacer es cuidarlo sin importar en qué lugar del país te encuentres. ¿De qué manera?
- Cuidando los páramos, bosques y nacimientos de los ríos.
- No botando basuras o agua sucia en las fuentes hídricas.
- No cortando los árboles. Si tienes la oportunidad, mejor siembra a orilla de los ríos y quebradas.
- No arrojando aceite por los sifones de nuestras casas.
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Los animales son las principales víctimas
Uno de los impactos más fuertes que ha generado el plástico en los océanos es la muerte y desaparición de una considerable parte de la fauna marina. Cada vez son más los peces, mamíferos y otros animales que comen plástico creyendo que se trata de comida; las aves que tienen que volar más lejos para conseguir alimentos reales; y las tortugas, focas, ballenas y delfines… atrapados en un mar de plástico.
En esta galería podemos observar algunos animales que han sido víctimas del plástico:
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¿Cómo ayudar a reducir el desperdicio de plástico?
No tenemos que vivir cerca de un río o del mar para ayudar a conservarlos y comprometernos, cada uno, a reducir la contaminación y el consumo de plástico.
Desde la casa o el colegio podemos hacer estas cinco cosas y darle una manito a nuestro planeta que tanto lo necesita.
La contaminación ambiental no es un juego, hablar de reciclaje y el uso excesivo de plástico no es un capricho ni una moda, es un favor que la Tierra nos pide a gritos y es nuestro deber corresponderle. Así que por nuestros animales, por nuestros mares, por nuestros ríos, por nosotros... ¡Cuidemos y ayudemos a conservar nuestro planeta!
Si después de leer nuestro especial sobre el plástico en los océanos quieres conocer más sobre las especies marinas, te invitamos a ver Los fantásticos viajes de Ruka , una serie en la que podrás conocer temas como el cambio climático, la interacción entre algunas especies y la manera en la que la intervención de los humanos afecta el ecosistema marino.
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