28 Abril 2021
Hace más de un año niños y jóvenes se vieron obligados a cambiar sus rutinas: dejaron de ir al colegio, sus profesores se convirtieron en imágenes en pantallas o notas de voz, sus amigos dejaron de ser sus compañeros de loncheras y juegos y, más que nunca, empezaron a vivir el colegio en casa.
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Imagen: Geniales, niñas y niños en acción
Todos sabemos que la pandemia ha traído grandes retos para el sistema de educación tradicional y el más grande, sin duda, ha sido el de dar continuidad a los procesos de acompañamiento, enseñanza y aprendizaje teniendo en cuenta las necesidades, contextos y condiciones de los diferentes actores que hacen parte del sistema de educación para niños.
Guías de aprendizaje impresas, grupos de WhatsApp, programas de televisión, señales de radio, acompañamiento telefónico, portales web con contenidos educativos, ¿cuál es el papel de los padres en todo esto?, ¿cómo acompañar mejor a los niños?
Educación en el hogar través del celular, la realidad de muchos niños
Eliana Escobar tiene 13 años, cursa 7º y se levanta a las 5:00 a.m. para iniciar sus clases a las 6:00 a.m. pues además de bañarse y tomar el desayuno debe ponerse el uniforme porque así lo exige su colegio, la I.E Abraham Reyes de Bello (Antioquia), dado que el año pasado muchos de sus compañeros se conectaban a clases en pijama.
Esta institución se ha estado equipando con cámaras y micrófonos para las clases pero muchos niños aún no tienen computador y deben conectarse a través de un celular. En casa de Rosa Escobar, mamá de Eliana, son 4 niños y tienen 2 celulares, así que deben compartir y turnarse para asistir a clases: mientras uno asiste, el otro desarrolla las actividades de la materia que no puede recibir. Aún así Rosa, como madre trabajadora, ha podido estar más atenta a los procesos de sus hijos, porque a través de WhatsApp le informan si asisten a clase, si entregan sus tareas a tiempo o si tienen algún problema.
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Imagen: Geniales, niñas y niños en acción
Según Lorena Bello, especialista en Neuropsicopedagogía Infantil, los docentes han tenido que recurrir a las TICs, a la gamificación (juegos y metodologías lúdicas) y a estrategias fundamentadas en las neurociencias y en diferentes estudios relacionados con los procesos de aprendizaje al momento de planificar y ejecutar sus clases.
Pero, ¿cuál es la tarea de la familia? Todo empieza por reconocer el estilo de aprendizaje de sus hijos para poder acompañarlos en sus procesos. Y también es importante para los padres:
- Identificar cuáles son los temas de interés
Hay niños que aman las historias, la naturaleza, la ciencia, los temas sociales, la música, los videojuegos... Este tiempo en casa permite conocer aquello que les llama la atención y les fascina y, reconociendo esos temas, es posible acercarlos a las materias que están naturalmente relacionadas con ellos.
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- Establecer rutinas diarias
Para el cerebro de los niños resulta muy importante que los días y las semanas cuenten con una estructura. Esto facilita su autonomía al promover en ellos la toma de decisiones frente a qué tareas resolver primero y cómo aprovechar sus tiempos de descanso. También les permitan hacerle frente a su jornada académica con más tranquilidad dado que van a sentir que tienen el tiempo bajo control.
- Crear entornos de aprendizaje cómodos
Una mesa a la altura adecuada, una silla cómoda y una buena iluminación pueden hacer la diferencia a la hora de estudiar. Esto les va a permitir sentirse a gusto con el hecho de aprender en casa y mejora su concentración, favorece su desempeño académico y los motiva a asumir sus responsabilidades.
---> Mira el capítulo 3 de Geniales al respecto de la concentración y la procrasticación: Plan genial
- Dar ejemplo
Es difícil pedirle a los niños que hagan sus tareas a tiempo si nosotros mismos posponemos nuestras responsabilidades, o motivarlos a leer si en casa nadie lo hace o no se prestan las condiciones para ello, o exigirles que se concentren cuando nosotros mismos hacemos otra actividad mientras atendemos nuestras reuniones laborales. Que el colegio y el trabajo estén en casa nos convierte en referentes aún más presentes para nuestros niños.
- Fomentar la desconexión en los tiempos de descanso
Hacer "dieta de pantallas", como diría el Dr. Faga, es más necesario que nunca. Olvidarnos del celular mientras estamos comiendo o jugando, promover en casa la hora del "modo avión" o apagar los computadores durante el domingo son pequeñas modificaciones de hábitos que pueden mejorar la calidad del descanso, ayudar a que los cuerpos y los ojos de los niños no se agotan demás y, por ende, que la concentración mejore en los momentos en que así se requiera.
- Equilibrar los tiempos de tareas de la casa con las tareas del colegio
Por supuesto que todos tenemos tareas y responsabilidades en el hogar y que cuando las labores se reparten se hacen más rápido, pero esto nunca puede atentar ni con el tiempo que se le debe dedicar al colegio ni con los tiempos de descanso.
- Invitarlos a jugar y socializar con otros aunque sea de forma virtual
Uno de los temas que más preocupa de que los niños no vayan al colegio es que están perdiendo la oportunidad de socializar con sus pares. No a todos les gusta hablar por teléfono, ni hacer videollamadas o mandar audios, pero podemos buscar estrategias para que no pierdan el contacto con sus amigos o primos, que se animen de vez en cuando a enviarse una adivinanza, compartir un dibujo, escribirse una carta, etc.
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- Invitarlos a aprender también con recursos análogos y con la televisión
Hay muchas actividades de la vida cotidiana en la que sin ser científicos aplicamos la ciencia, o con las que se pueden repasar conceptos que se están viendo en el colegio, o programas de televisión como Profe en tu casa en el que, a través del juego, los niños se acercan a datos curiosos que también pueden despertar su curiosidad con respecto al conocimiento.
Sin llegar a ser home school o homeschooling, la casa es ahora el lugar donde los niños acceden al conocimiento así que ¿por qué no hacer que esta experiencia sea agradable, cómoda y divertida?