1 Septiembre 2016
“Escribir un diario es una experiencia muy extraña para alguien como yo. No sólo porque nunca antes había escrito algo, sino porque más adelante ni yo ni nadie va a estar interesado en leer las reflexiones de una niña de 13 años. Pero bueno, no importa. Tengo ganas de escribir.”
Así pensaba Ana Frank, una niña judía, que en 1929 junto a su familia vivió los hechos más difíciles de la Segunda Guerra Mundial, sin saber que esta frase y todo lo que decía su libro "El diario de Ana Frank" se convertiría en una de las obras literarias más importantes y reconocidas de la época. Después de 70 años de su primera publicación este libro sigue siendo uno de los recomendados literarios favoritos para los niños y jóvenes.
Aunque su diario habla sobre los trágicos hechos de la Segunda Guerra Mundial, el relato de su historia se ha convertido en una de las herramientas pedagógicas de maestros y padres para acercar y explicar a los niños de más de 8 años este hecho histórico de una manera adecuada, y dejándole una visión diferente sobre la guerra y la importancia de los derechos de los personas.
¿Quién era Ana Frank y de qué se trataba su diario?
Tenía 13 años y soñaba con ser escritora o periodista, era amigable y le encantaba hacer bromas. Vivía con sus padres y su hermana mayor en Alemania. En 1940, cuando Hitler fue nombrado presidente de este país le declaró la guerra a los judíos, y su vida empezó a cambiar; los niños alemanes que habían sido sus amigos por años empezaban a fijarse en su nacionalidad y a apartarla e intimidarla a causa de esta, pronto su familia tuvo que mudarse a Holanda, pero las amenazas y persecución política también llegó hasta allí.
Ana y su familia tuvieron que refugiarse durante 2 años en un pequeño escondite en Ámsterdam, en donde la mayor parte del tiempo no podía salir, ni hablar ni jugar, una situación bastante incómoda para cualquier niño o adulto.
Desde su ventana escuchaba los gritos de los niños jugando lo que la hacía anhelar tener a sus amigos devuelta y tener alguien que la escuchara y la entendiera, por eso, en ese refugio personificó en su diario a su amiga Kitty, a la cual le contaba en cada página las difíciles situaciones a las que se enfrentaba, su temor ante los militares que asediaban el vecindario, sus sentimientos de esperanza para que pronto terminara el conflicto y su visión bastante crítica frente a la guerra que estaba viviendo.
De esta manera Ana le dio vida a esta historia con el deseo de poder vivir tranquila y libre por el mundo como todos los niños. Sin embargo, antes de acabar la guerra y a pesar de su valentía, ella y su familia fueron encontrados por los alemanes y enviados a un campo de concentración, Otto, su padre fue el único sobreviviente. Él al encontrar el cuadernillo de su hija se conmovió y publicó los escritos para que todos conociéramos su experiencia.
¡Una historia que todos debemos leer!
Para cada persona las implicaciones que tiene la guerra son casi obvias, pero pocas veces tenemos la oportunidad de reconocerlas a través de la mirada de los niños y entender que ellos no son ajenos a estas problemáticas. Ana Frank, aparte de visibilizar la afectación que tienen los niños por culpa de los conflictos políticos, nos dejó 4 valiosas enseñanzas por las que vale la pena que los niños conozcan su diario:
- Que sin importar la edad, cada acto o escrito que hagamos se puede convertir en un hecho histórico. Al principio ella no estaba muy convencida de empezar contar su historia y sin saberlo se convirtió en un clásico de la literatura.
- En cada carta Ana expresa sus sentimientos y refleja que a pesar de las nacionalidades, edad o color de piel todas las personas somos iguales y tenemos los mismos derechos y anhelos de vivir felices.
- Su historia muestra que cada hecho de la guerra solo deja tristezas, por lo que siempre debemos apostarle a la paz, a la esperanza y a la libertad.
- Entender que a pesar de las difíciles situaciones debemos ser siempre nosotros, defender lo que creemos y ser valientes para alcanzar nuestros sueños.
La historia de este libro te permitirá descubrir la forma en que los niños ven el mundo, sus conflictos y de qué manera entendieron lo que le sucedió a Ana a través de actividades más didácticas que puedes poner en práctica después de leerlo. Te dejamos algunas ideas:
- Reconstruir la casa de Ana Frank: A medida de la lectura de su diario los niños se preguntarán ¿cómo pudo sobrevivir tanto tiempo encerrada? o ¿cómo logró comunicarse con los demás habitantes de la casa sin ser descubiertos? Rétalos a tratar de construir su casa, su escondite, ponerse en la situación de su familia y analizar que hubieran hecho ellos en si hubieran vivido lo mismo que su protagonista. En este enlace de la página oficial del libro podrás mostrársela en 3D para que se hagan una idea de cómo era.
- Una representación: Representar a un personaje y tratar de adivinar quién es siempre es divertido, juega con ellos y descubre la forma en que percibió a cada personaje y las lecciones que le dejó cada uno.
- Una carta para Ana: ahora que los niños conocen su historia y quien era Ana, pueden llegar a sentirse muy conmovidos y cercana a ella, motívalos a escribirle una carta donde le cuenten su visión sobre su vida, sus sentimientos, lo que aprendieron y el mensaje le enviarían, seguro te dejará ver cosas que no habías descubierto sobre este libro y su efecto en los niños.
Y para que tú también te llenes de curiosidad por leer esta historia y dejársela conocer a tus hijos, familiares o estudiantes te dejamos con nuestras 3 frases favoritas de "El Diario de Ana Frank":
“¡Qué maravilloso es que nadie tenga que esperar un instante antes de comenzar a mejorar el mundo!”
“A largo plazo, el arma más afilada es un espíritu amable y gentil.”
“Quien es feliz, hará felices a los demás también.”