25 Octubre 2016
Viajar a la Nasa y descubrir todos los secretos que se esconden allí parece un sueño lejano, pero Valeria Ruiz Castellanos, una joven bogotana de 16 años, se ha vuelto un ejemplo e inspiración para todos sus compañeros y amigos, demostrando que este ‘sueño’ puede ser posible para ella y todos los niños, gracias a su interés por la ciencia espacial, su destacada participación las actividades del programa Colombia Space School y sus inolvidables viajes al centro espacial de la NASA en Houston.
Para descubrir un poco más de ella, su pasión por el universo y cómo esta iniciativa le cambió la vida, en Mi Señal le dedicamos un espacio virtual donde nos comparte su inspiradora experiencia. ¡Conócela!
¿Quién es Valeria?
Su personalidad alegre, espontánea y curiosa la ha llevado a destacarse entre todos sus compañeros del Oakland colegio campestre, a las afueras de Bogotá. Desde los 9 años empezó sentir un gusto particular por la ciencia y la robótica, tanto así que el Coordinador del programa del Centro Espacial Espacial NASA, el cual le da la oportunidad a los jóvenes de viajar a Houston para aprender con expertos e ingenieros, al notar su energía y entusiasmo le permitió ser parte del programa convirtiéndose en su integrante más joven; desde entonces ha viajado 6 veces al centro espacial en Houston, donde se ha llevado varios reconocimientos y ha reafirmado su objetivo de convertirse en la primer astronauta colombiana.
Además, en el 2015 fue la representante colombiana en el Programa United Space School de FISE, la Fundación Internacional para la Educación Espacial, a la que viajaron 43 niños y adolescentes de 27 países para aprender sobre el sostenimiento de los astronautas en Marte y compartir su amor por esta temática.
Mi Señal: ¿Cómo fue tu primer viaje a Houston?
Valeria: La primera vez fue un poco complicado porque era la menor, iba como acompañante y no como estudiante, y era la primera vez que viajaba fuera del país. Pero me encanto porque descubrí que la ciencia espacial es algo único, nunca lo había visto aquí en Colombia.
Conocí astronautas, administradores y directores de misión, personas muy inteligentes que comparten contigo y te inspiran a querer ser parte de la exploración espacial, vi cohetes, aprendí sobre trajes espaciales, cosas que solo descubres si hablas con un ingeniero o científico de allá, y conocí a niños de otros países. Allí fue donde el director se dio cuenta de que yo realmente quería trabajar en la Nasa.
Aunque estaba muy pequeña realmente lo disfrute mucho. Seria espectacular que todos los niños fueran al centro espacial y lo vieran, seguro cambiaría su vida como me la cambió a mí. En cada viaje aprendemos cosas nuevas.
M. S.: ¿Qué fue lo que más te sorprendió al viajar al centro espacial?
V.: La manera en que enseñan. Todo es muy didáctico, desde la teoría de cohetes, física, entrenamientos hasta los experimentos, así es mucho más fácil y divertido aprender. Por ejemplo yo no sabía que los astronautas no podían llevar pan al espacio, sino tortillas, porque puede que alguna migaja se vaya dentro del sistema lo arruine, dañando la misión.
M. S.: ¿Cuál ha sido la experiencia más importante o que más recuerdas de tus viajes?
V.: La primera vez que fui a Houston junto a mis compañeros con el programa Colombia Space School participamos en una competencia para hacer un sello de aire bajo el agua simulando un acople con la Estación Espacial Internacional,lo que usan los astronautas para poder respirar en el módulo espacial. El mayor reto era que no podíamos hablar, teníamos que comunicarnos con señas igual que los astronautas. Fue un trabajo en equipo y quedamos en primer lugar porque lo hicimos 2:40 minutos, algo que nunca se había visto, generalmente los equipos americanos o internacionales que lo intentan lo hacen entre 4 y 8 minutos.
Para mis compañeros y para mí fue un momento de orgullo porque hicimos quedar por lo alto a nuestro país, además competimos contra universitarios de Pakistán y al el ser la más pequeña del grupo fue mucho mejor porque fue muy emotivo. En reconocimiento nos dieron una Medalla de Oro a la Excelencia en ingeniería, un trofeo y yo me gané un parche de misión del NBL por mi contribución al equipo.
En otra ocasión, construimos un módulo de simulación para calcular el agua, la comida y todo lo que un astronauta debe llevar a Marte. Competimos con gente de Malasia, Japón y Nigeria, y al ganar nuestra maqueta fue exhibida en el Centro Espacial de Houston para ser apreciado por todos los visitantes, un honor para los niños que la creamos.
M. S.: Según tu experiencia y conocimiento, ¿qué se necesita para ser un buen astronauta?
V.: Para ser un buen navegante espacial se debe tener un buen estado físico ya que hacen 2 horas de deporte diarias. En el NBL de Houston los astronautas entrenan en la piscina más grande del mundo, allí tienen una réplica de la Estación Espacial Internacional, donde deben practicar por ocho horas en la tierra por cada hora de trabajo que hagan en el espacio.
También se necesita bastante conocimiento y control mental. Conocí a uno de los participantes que intentó ser astronauta 23 veces hasta que finalmente fue aceptado, los filtros son muy exigentes, por eso desde ya me estoy preparando practicando natación, artes marciales, tenis y estudiando mucho.
M. S.: ¿Qué te enamora de ciencia?
V.: De la ciencia espacial me enamora su historia, las misiones y la posibilidad de ser un astronauta. Me gusta porque es difícil y se ha convertido en un reto para mí. Además, las matemáticas y la física es la explicación del funcionamiento de la naturaleza, antes del proyecto pensaba que eran muy aburridas porque no las entendía, pero en Space School me di cuenta de su importancia y lo interesantes que son.
M. S.: ¿Qué quieres ser cuando adulta?
V.: Quiero ser piloto e ir a Houston a estudiar ingeniería aeroespacial para ser la primera astronauta de Colombia. Desde pequeña me gusto la cienciaespacial y ser astronauta necesita un nivel de compromiso y disciplina que te obliga a ser mejor. Yo me exijo a hacerlo todo mejor en cada intento.
Además, en el espacio hay muchas cosas por averiguar y yo quiero hacerlo.
M. S.: ¿A quién admiras?
V.: A la cosmonauta Valentina Tereshkova porque fue la primera mujer que estuvo en el espacio.
M. S.: ¿Cuál es tu película favorita?
V.: Mi película favorita es ‘Misión Rescate’ (The Martian). Es una historia sobre un señor que viaja a Marte y debe ingeniárselas para sobrevivir en el lugar con ayuda de la ciencia y las matemáticas. Es impresionante porque algunos de los hechos de la película podrían ser ciertos.
M. S.: ¿Qué mensaje le enviarías a todos los niños que quieren ser astronautas?
V.: Mi mensaje para ellos es que sean disciplinados, tomen riesgos, que estudien y que tengan el valor y la disciplina de lograr sus sueños porque a través de programas educativos como estos, realmente pueden llegar a la Nasa como yo lo he hecho.
Por ahora Valeria se prepara para viajar nuevamente a la Nasa en diciembre de este año y seguir sorprendiéndonos con su trabajo y carrera por cumplir su objetivo.