16 Febrero 2015
La música siempre nos acompaña cuando estamos emocionados, tristes o simplemente queremos disfrutar del momento, generando cierta influencia positiva en nuestra rutina y personalidad.
La armonía entre los sonidos y ritmos conllevan una carga de estímulos en el cuerpo y la mente que logra captar la atención y gusto de grandes y pequeños, de ahí la atracción que sentimos por ciertas melodías, incluso desde la cuna.
En los primeros años la música se convierte en la herramienta ideal para desarrollar la percepción auditiva y las habilidades expresivas de tu hijo o hija. Hacer tareas o pasar el tiempo mientras disfrutan cada melodía los relajará y desenvolverá, y si tú como padre los acompañas en el proceso crearás un vínculo afectivo que sin duda apreciarán.
A medida que los niños van creciendo, las rondas infantiles y canciones se convierten en un medio de diversión que incrementa su creatividad al cantar, amplía su vocabulario con las letras de sus canciones favoritas y estimula su memoria al aprenderlas. ¡Cuanto más dinámico y espontáneo sea el momento de escuchar música mayor será su agrado!
Y si además de escuchar diferentes melodías lo invitas a bailarlas se desenvolverá socialmente, incrementará su autoestima y activará su coordinación corporal.
¿Rondas, baladas, vallenato o pop?
Si te preguntas cuál tipo de música que deben escuchar tus hijos, está científicamente comprobado que la música clásica por sus matices musicales genera cierta sensibilidad en el cerebro que estimula su inteligencia, pero recuerda que debes dejar que ellos elijan los ritmos con los que sientan más afinidad, ya sea por su interprete o letra, de esta manera será una actividad placentera y emocionante para el pequeño.
Ahora que sabes todo lo que la música puede ayudar en el crecimiento de tus hijos, visita nuestra sección de Música en Misenal.tv. ¡Baila y canta con ellos sus canciones favoritas! Juntos descubrirán una divertida forma de compartir tiempo e ir descubriendo el mundo infantil mientras tus chiquitines aprenden un montón siguiendo y repitiendo las letras de las canciones en el Karaoke.