8 Noviembre 2016
Desde el 2009 en el Oakland colegio campestre de Bogotá, Fernando Ruiz, uno de sus profesores, decidió abrirle un lugar al sueño de ser astronautas y conocer el espacio de más de 150 niños, a través de 2 proyectos que han transformado su proceso académico y su vida: El club NASA y el proyecto Colombia Space School.
Dos iniciativas, en las que participan niños a partir de los 10 años, y en donde ellos son los representantes colombianos frente al departamento educativo de la NASA, con el único fin de expandir su pasión por la ciencia espacial y descubrir si hay vida o será posible fuera de nuestro planeta.
¿De qué se trata?
Cada martes los estudiantes interesados en temáticas como la cohetería, el espacio o la robótica se reúnen para aprender más sobre estas áreas de una manera interactiva y lúdica a través de experimentos y robots que ellos mismos crean y prueban como si estuvieran en Marte, así lo relata Luisa, de 13 años, quien lleva 3 años en el programa: “Antes para mí la ciencia no era tan interesante pero en el club todo es más lúdico y divertido, vemos la ciencia más cercana. En clase nos enseñan viendo a un tablero, pero aquí aprendemos más sobre ciencia, no como una materia sino como un espacio para divertirte.”
Al principio los niños pensaban que el proyecto era una materia más, pero gracias al el tipo de actividades los chicos han aprendido de una manera especial y se han dado cuenta de todo lo que pueden lograr, convirtiendo la iniciativa en un hobbie al que le dedican tiempo adicional para aprender de temas de física, astronomía y matemáticas, temáticas que hasta momento se creía que no eran de su interés: “Estos grupos son importantes porque yo creo que los colegios no son muy exigentes con estos temas y es muy importante formar a los niños para que sepan qué posibilidades tenemos con el universo, lo que puede pasar, cómo está formado y descubrirlo todo sobre él. Algo que a veces olvidan los profesores.” Así nos lo contó Sergio, uno de sus estudiantes.
Y aunque para Luisa, Sergio, y todos sus compañeros, el pensamiento de que aprender sobre estas materias era aburrido, esto ha cambiado radicalmente por medio de actividades y competencias que se basan en la diversión, la innovación y el descubrimiento; lo que hace realmente especial esta iniciativa es que es un puente de aprendizaje y entrenamiento, que a final de cada año les da la posibilidad de viajar al centro espacial de Houston y Texas durante 2 semanas para ser parte del Colombia Space School.
Allí, los niños hacen recorridos a lugares turísticos, actividades con ingenieros, astronautas y expertos de la NASA, y para conmemorar esta experiencia inolvidable al finalizar participan en una ceremonia de grado especial que conmemora su trabajo y los acredita como participantes del programa Space School, al mejor estilo de cualquier astronauta oficial.
“He tenido la oportunidad de viajar 6 veces al centro espacial y en cada viaje aprendemos cosas nuevas, es una experiencia inolvidable que pone a prueba nuestros conocimientos y habilidades. Todos los niños deberían tener la posibilidad de viajar a Houston.” Valeria, quien desde los nueve años se prepara para ser astronauta.
¿Qué significa para los niños ser parte de esta iniciativa?
Además de viajar y conocer un lugar sorprendente como el centro espacial, para los estudiantes esta iniciativa se ha convertido en una experiencia innovadora que también les ha ayudado a determinar qué quieren estudiar cuando sean jóvenes:
“Nunca me imaginé que un niño pudiera crear tantas cosas, aquí lo descubrí con todo lo que nos enseñan. Ahora quiero ser ingeniera astronómica porque me encanta la NASA.” Luisa.
“Mi clase favorita es la robótica, porque armamos robots. Por eso quiero ser ingeniero mecatrónico. Mi sueño es trabajar en la NASA, sería el trabajo ideal.” Sergio.
“Quiero ser ingeniero mecatrónico porque quiero saber cómo funcionan los robots y hacer uno.” Braulio.
Lo más importante es que gracias a este proyecto la NASA dejó de ser un lugar lejano que los niños veía en las películas y pasó a ser un lugar inspirador que todos quieren conocer, es por eso que en Oakland ahora se respira ciencia espacial y se invita de una manera muy especial a niños de otros colegios a que también hagan parte del Colombia Space School: “Hacemos robots y los ponemos a prueba de cómo sería manejarlos en Marte. A veces organizamos ferias y se lo presentamos a niños de otros colegios para que se motiven a integrarse.” Luisa.
Hasta el momento en el proyecto participan estudiantes de más de 12 colegios y se espera que siga creciendo mucho más, ya que se ha convertido en una experiencia inspiradora que no solo implica saber científico, sino que les da a todos los chicos las herramientas necesarias para comprender su entorno, compartir con personas de diferentes culturas y alcanzar los retos que se proponen con el único requisito de sentir pasión y ganas de aprender sobre ciencia:
“El club se ha convertido en una familia donde todos compartimos aprendemos y vemos la vida de otra manera.” Luisa.
“Colombia Space School es una experiencia inolvidable que cambia la vida de los niños y nos permite descubrir que los niños también podemos ser grandes científicos.” Braulio.
Si te gustó esta iniciativa y quieres unirte o saber más del Colombia Space School visita: www.colombiaspaceschool.org