24 Agosto 2016
El Joropo es uno de los bailes tradicionales de los llanos; a pesar de la infinidad de géneros musicales que ahora existen, su danza y el zapateo, sigue cautivando a grandes y niños. Luna Reyes, a sus 12 años se ha convertido en una de las representantes del Joropo en Villavicencio, y para que todos descubramos el encanto de sus sonidos tradicionales quiere compartir con Mi Señal lo que el Joropo representa en su vida.
Desde los 2 años, al ver a su hermana bailando, se enamoró de las coreografías y el vestuario del Joropo, desde ese momento sus padres la inscribieron en una academia de baile en la que aprendió los pasos básicos, así se inició en la carrera de ‘su vida’.
“Mi hermana me llevaba a los ensayos, yo la veía bailar y hacer cada paso, así descubrí que el Joropo es un baile lleno de elegancia, que al hacer las coreografías se ve muy bonito. Cuando mis papás vieron mi gusto por él, decidieron inscribirme en la academia. Luego de eso, a los 4 años decidí que quería empezar a cantarlo y así fue.”
Y aunque no recuerda mucho de esa época, al escuchar los relatos de su mamá revive con emoción cada momento en el que el baile y el canto se convirtieron en su gran pasión.
“El Joropo no solo es la música que me gusta, es parte de nuestras costumbres, es nuestro orgullo, es un arte, una cultura. Yo decidí que quería mostrarlo al mundo, pero necesitamos que a muchas personas les guste, sean representantes y también lo den a conocer. Para mí es una alegría que mucha gente me vea bailando y cantando porque estoy mostrando a otros niños que el Joropo es parte de nosotros, que no solo existe el reggaetón, la ranchera o el vallenato, también existe la música tradicional de nuestra tierra y debemos resaltarla. Por eso, quiero representarla y sacarla adelante.”
Luna quiere ser una gran artista, y aunque sabe que tiene mucho por aprender, a través de su movimiento y canto quiere hacerle sentir a los niños lo mismo que ella siente para que se apropien de sus sonidos.
“El Joropo aparte de ser una música muy bonita, ayuda a otros niños como yo a mantener sus tradiciones, y a desarrollar sus habilidades. El Joropo se puede bailar, cantar y hasta jugar. Con él se puede improvisar, rimar, intentar componer o inventar figuras para coreografías. Yo creo que es muy divertido y también puede serlo para todos".
Según Luna, para que un niño baile y cante Joropo solo necesita:
- Dejar el miedo.
- Decidir qué es lo que quiere hacer y trabajar para eso.
- Practicar mucho para tener ‘swing’.
En la academia aprenderemos toda la técnica, no deben saber cantar o bailar perfectamente, lo más importante es el gusto, proponérselo, y hacerlo como yo lo hice porque no solo los adultos deben sobresalir, los niños también podemos hacerlo y mostrar nuestros talentos.”
Su pasión y talento por el canto y la danza, la ha llevado a participar en más de 30 concursos, desde los 4 años práctica entre 2 y 3 horas diarias para ser la mejor exponente. El apoyo constante de su familia y convertirse en la representante del departamento la ha llenado de seguridad para alcanzar sus sueños y mostrarle al mundo lo que puede hacer.
“Es una alegría muy grande representar a Villavicencio y dejarlo en alto. Estar en una tarima y sentir toda la adrenalina y los nervios es una alegría y experiencia inolvidable. La energía y la confianza que le da los aplausos del público, es lo más bonito. Ellos me dan la confianza para seguir adelante, no importa si quedo de terceras o segundas o no gano, lo importante hacer las cosas bien. Al bajarme de la tarima ya siento que soy ganadora porque subí un escalón más en mi carrera y para lograr mi sueño.”
Pero, entre tantos concursos, para ella el más importante y especial ha sido el ‘Torneo Internacional de Joropo 2016’ donde mostró su talento antes más de 3 mil personas y quedó en los primeros lugares:
“Participar en ese torneo fue muy chévere porque es un evento muy grande, pude compartir con otros profesionales del baile y se convirtió en un momento que no olvidaré jamás. Es lindo saber que no solo a mí, sino a otros niños, también nos tienen en cuenta para hacer parte de estas actividades.”
Para la familia de Luna y sus compañeros su trabajo se ha convertido en una inspiración, por eso lejos de dejar de ser la niña sencilla, amigable y cariñosa que es, con su experiencia le deja un mensaje a todos los niños que la leen:
“Nosotros lo niños debemos sacar adelante el Joropo para que cuando los grandes no estén, nosotros seamos sus representantes y la mostremos ante el mundo. Yo nunca me imaginé hasta donde iba a llegar y lograr representar a mi departamento es como un gran logro y sueño para mí.
Si tienen un sueño no se den por vencidos, olvídense de las dificultades, siempre hay que sobrepasar los obstáculos y obtener lo que deseamos. Todos tenemos habilidades y talentos, el mío es cantar y bailar, Dios me lo dio, por eso debo pulirlo, mostrarlo y no dejarlo acabar. Lo importante es practicar y tratar de hacerlo lo mejor posible en la tarima”
Conoce más sobre Luisa Reyes en este capítulo de 'Mi Señal, Mi Huella'
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