16 Septiembre 2022
Cuando Nicolás, Franci, Alexander y 15 niños de Bogotá se levantan cada sábado a las 6 de la mañana lo hacen con emoción y alegría porque se dirigen a su lugar favorito: el humedal ‘La Vaca’. Un espacio verde al sur de la ciudad que se ha convertido en su hogar cada fin de semana. Allí se reúnen y se convierten en: ¡los guardianes del agua!
Pero, ¿qué es un guardián del agua? Para Franci de 13 años, una de las participantes de este proyecto, es ‘un líder ambiental, un vocero que le cuenta a toda la comunidad por qué debemos cuidar los humedales y los recursos ambientales’, por su parte para Brigitte Torres, también de 13 años, es alguien ‘que ama la naturaleza y disfruta cuidándola’. Ellas, junto a otros chicos y la Fundación Banco de Semillas, se han apropiado de un lugar que mucha gente percibía como ‘sin importancia’ y lo han convertido en un espacio lleno de energía positiva a través de actividades como: siembra de semillas, riego de agua en los árboles, investigación de animales, avistamiento de aves y recorridos ecológicos, manualidades, entre otras. Así fue que se ‘graduaron’ como guardianes del agua.
En cada jornada estos chicos, entre los 3 y 18 años, se convierten en anfitriones del humedal y le dan la bienvenida a los visitantes atraídos por el paisaje y por su trabajo. Empiezan la mañana con un ritual especial de saludo, rompen el hielo con juegos ambientales y luego, se disponen a su ‘tarea’ del día: recorrer el lugar, investigar, aprender y por supuesto divertirse.
“Un humedal es el hogar de las plantas de los animales. La primera vez que visité el humedal ‘La Vaca’ sentí la energía positiva del humedal, el canto de los pájaros y el paisaje verde, así me enamore de este proyecto decidí ser uno de los guardianes.” Afirma Brigitte.
Temáticas que ‘aparentemente’ eran poco interesantes para cualquier niño como la genética, el vuelo de aves o las especies artrópodas, han sido elegidas por ellos mismos y se han convertido en el tema principal de sus análisis y conversatorios, dejando grandes aprendizajes entre ellos y permitiéndoles salir de la rutina para aprovechar su tiempo de una manera entretenida y diferente.
“Para mí es muy chévere ir al humedal, porque siempre hacemos algo diferente, no siempre es quedarse en la casa viendo televisión o durmiendo, es aprender y sorprendernos viendo todo lo que nos rodea allá.” Nicolás Carvajal.
“Algunos de mis amigos solo se la pasan en la tecnología y no saben que cualquier papelito que botan afecta al planeta, cuando estamos en el humedal nos explican todo lo que debemos hacer.” Brigitte.
Este proyecto que inició en el año 2007, liderado por Dora Villalobos, le ha permitido a niños de población vulnerable y expuestos a los peligros de la calle tener una alternativa de diversión y aprendizaje donde expresan su amor por la naturaleza, se forman como personas autónomas, visibiliza el poder de sus ideas y les da las herramientas para llevar a cabo lo que se proponen, mientras ayudan al medio ambiente.
“Antes no sabía qué era un humedal, uno aveces piensa que es solo un charco, pero siendo guardián empecé a ver el mundo con otros ojos. Uno no se detiene a pensar en el medio ambiente o la naturaleza, cuando conocí de cerca las especies animales y plantas que vivían allí fue que me concienticé sobre su importancia.” Francy.
Y es que sin importar su edad y con toda la propiedad del caso, los guardianes del agua, saben cuándo el humedal está enfermo, cómo cuidarlo, lo escuchan, y con todo su compromiso y cariño lo resguardan como los expertos ambientales en los que se han convertido gracias a su práctica.
“Es muy satisfactorio saber que puedes contribuir. Hay mucha gente que no considera que los niños podemos ayudar a mejorar un recurso que aparentemente no tiene recuperación.” Francy.
Ahora son ellos quienes se dedican completamente al humedal y le piden a las instituciones que su ayuda sea constante y tengan el mismo compromiso que ellos tienen. Y si hablamos de las especies que han visto, estos chicos conocen mejor que un adulto el hábitat y la alimentación apropiada de animales que viven en allí como: el gavilán maromero, los búhos, paloma torcaza, tingua azul, la mirla o los copetones.
Muchos de ellos se han empoderado de su rol de tal manera que ahora ven el proyecto como un reto que los invita a olvidar y superar sus miedos.
“Muchas veces despreciamos a los animales porque les tenemos miedo, en vez de ayudarlos. Por ejemplo, yo antes le tenía miedo a las arañas porque no las conocía, pero un día investigamos sobre ellas y aprendimos que no hacen daño. Ellas se comen los zancudos y hacen parte de un ciclo que nos ayuda.” Nicolás.
“Nunca imagine que hubiera tantos animales y la forma en que viven. Yo le tenía miedo a muchos insectos, pero luego me explicaron que no hacían nada y ahora puedo investigarlas o tocarlas.” Jeison Castaño.
Durante este tiempo de trabajo ‘La Vaca’ no solo se ha recuperado poco a poco, sino que los guardianes han sido invitados especiales en varias universidades y el Consejo Distrital donde difunden su mensaje ambiental. Además, realizaron una cartilla donde dan a conocer su proyecto y buscan concientizar a todos los ciudadanos sobre la importancia de las reservas de agua.
“Lo más chévere de cuidar al humedal es aprender y entender todo sobre la naturaleza. Los guardianes tenemos la responsabilidad de transmitir el mensaje ambiental y enseñarles las prácticas ambientales correctas por eso visitamos más lugares.” Jeison.
Para la comunidad de la zona y muchas familias de los guardianes esta iniciativa también ha transformado su vida, pues muchas de ellas no tienen posibilidades de recreación alternas y fortalecen sus lazos familiares asistiendo juntos a las entretenidas actividades que realizan, algunos de ellos han cambiado sus hábitos y en familia practican lo que han aprendido siendo guardianes.
“Los vecinos y nuestra familia se dan cuenta de nuestro interés, muchos niños prefieren hacer otras cosas, pero nosotros elegimos hacer algo positivo por el planeta. Es una experiencia muy bonita porque desde el principio se siente la energía positiva.” Francy.
Poco a poco los niños se han ganado la confianza de sus padres y la comunidad, dejándoles ver que aunque los niños son el futuro del país, también son el presente y desde ya debemos darles las herramientas para enfrentar y mejorar su futuro como lo ha hecho este proyecto.
Si te gustó esta iniciativa y tienes un humedal cerca, comunícate con el Consejo Local de tu localidad, seguro también tienen una entretenida iniciativa para ayudar en su cuidado.