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Guía para padres sobre las lesiones más frecuentes en niños y cómo cuidarlos

Guía para padres sobre las lesiones más frecuentes en niños y cómo cuidarlos

nlopez

25 Mayo 2024

Dada la naturaleza activa y curiosa de los niños, están expuestos a accidentes que, en ocasiones, pueden convertirse en lesiones que mal atendidas pueden complicarse. ¡Toma nota de las recomendaciones de los especialistas!

La infancia es una etapa de la vida que está llena de aprendizaje y aventuras, no obstante, en medio de este periodo lleno de exploración, curiosidad y descubrimiento, los menores están propensos a sufrir caídas, golpes, esguinces y fracturas. 

A pesar de que la prevención y supervisión es clave en la reducción del riesgo de lesiones en los niños, los accidentes ocurren de manera inesperada, mientras juegan, en el colegio, en la guardería, en el hogar o en actividades al aire libre.

Por eso, en Mi Señal Colombia te contamos sobre algunas de las lesiones más frecuentes en los niños y niñas, qué hacer y que no en caso de una emergencia, cuáles signos de alarma son un indicador de algo más grave, y recomendaciones que puedes tener en cuenta para garantizar una recuperación completa del menor.

¿Cuáles son las lesiones más comunes en menores?

De acuerdo con información de la Clínica La Colina, que atiende un promedio de 350 pacientes pediátricos en materia de ortopedia infantil cada semana, algunas de las consultas más comunes están relacionadas con esguinces de tobillo, fracturas en el antebrazo y la clavícula.

Como causa principal los especialistas atribuyen estas lesiones a la actividad física que realizan los niños, un aspecto fundamental para el desarrollo muscular, mental y social de los menores, pero que sin una vigilancia y cuidado permanente los hace susceptibles a lastimarse.

Te explicamos, según información de la Clínica La Colina, en qué consiste cada lesión, cuáles síntomas se pueden presentar y los tratamientos comunes que emplean los médicos para aliviar el dolor en los niños, mientras se cura el hueso:

  • Esguinces de tobillo: son lesiones comunes en las que los ligamentos que conectan los huesos de la articulación del tobillo se estiran o desgarran. 

Síntomas: esto suele ocurrir cuando el pie se tuerce bruscamente hacia adentro o hacia afuera, provocando dolor, hinchazón y dificultad para caminar.

Tratamiento: el tratamiento típico implica reposo, aplicación de hielo, compresión y elevación del tobillo afectado, junto con fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar la estabilidad.

  • Fracturas del antebrazo o radio distal: son lesiones óseas que afectan el extremo distal del radio, uno de los huesos del antebrazo, cerca de la muñeca. 

Estas fracturas pueden ocurrir debido a caídas directas sobre la mano extendida o por fuerzas que impactan en la muñeca. 

Síntomas: dolor, hinchazón y deformidad en la muñeca.

Tratamiento: varía según la gravedad de la fractura, que puede requerir desde inmovilización con férula o yeso, hasta cirugía para alinear y estabilizar el hueso fracturado.

  • Fracturas de clavícula: son lesiones comunes que afectan el hueso largo y delgado que conecta el brazo con el torso. Suelen producirse por caídas directas sobre el hombro o por impactos fuertes, como los que se producen durante deportes de contacto.

Síntomas: dolor intenso en el hombro, inflamación y dificultad para mover el brazo afectado.

Tratamiento: inmovilización con un cabestrillo o, en casos graves, cirugía para realinear y fijar la clavícula fracturada.

Foto: Unsplash

¿Qué hacer cuando un niño tiene un accidente?

Aunque los padres o cuidadores sean prevenidos, nunca se está exento de que ocurra un accidente inesperado en una situación en la cual no se tenga control, sobre todo cuando los incidentes hacen parte del crecimiento y el aprendizaje de los niños, sin embargo, si es importante consultar con un especialista que pueda examinar la lesión.

En muchos casos, después de una caída los padres, cuidadores u otras personas que se encuentren en ese momento con el niño, puede que masajeen la zona afectada, sin embargo, se debe tener cuidado con esta práctica pues puede causar el efecto contrario y empeorar la lesión. 

“Si no se llevan a los niños a consulta, pero si se hacen masajes o cosas por el estilo, puede que se inflame mucho más la articulación que está comprometida”, lo que significa más dolor para el niño, según detalla el doctor Mauricio Largacha, ortopedista de la Clínica del Country. 

Si la caída no fue grave, se recomienda que mantengas la calma, le preguntes dónde le duele, limpies la herida y evalúes la lesión, si puede moverse con normalidad, observa en las horas siguientes cualquier comportamiento o síntoma como dolor persistente, náuseas, debilidad, hormigueo, entumecimiento o sensación de frío. 

“Usualmente, cuando las lesiones en los niños son leves, a los tres días están perfectos, pero si el dolor o inflamación persiste después de 72 horas, hay que consultar”, recomienda Largacha.

Después de que se determine si el niño tiene una lesión, se aconseja que sigan al pie de la letra las indicaciones y el plan de rehabilitación recomendado por el ortopedista, para así asegurar una recuperación completa y evitar complicaciones a largo plazo.

Por: Nazlhy Viviana López